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Meter un huevo en una botella

¿Nunca os ha pasado que descubrís algo detrás de un hueco pequeño pero no sois lo suficientemente “estrechos” como para pasar por él? Seguro que sí, lo que ocurre es que nuestros cuerpos, como están rellenos de hueso, igual que las aceitunas, no se pueden encoger.

Esto es todo lo contrario a lo que ocurre con un huevo de gallina. ¿Pensáis que es posible hacer pasar un huevo por el cuello de una botella? ¡Sin romperlo, por supuesto! Pues la respuesta es sí, y os voy a enseñar a hacerlo.

Todo lo que necesitáis es:

  • Un huevo.
  • Una cerilla.
  • Una botella.

1) Lo primero que tenéis que hacer es cocer el huevo y pelarlo. Para esto tenéis que pedir ayuda a un adulto porque hay que usar el fuego de la cocina…

2) Cuando el huevo esté cocido, meted la cerilla encendida dentro de la botella (otra vez necesitáis a un adulto) y colocad rápidamente el huevo sobre el cuello de la botella.

3) Esperad unos segundos y veréis como el pobre huevo se va introduciendo hasta caer dentro de la botella.

meter huevo botella

 

Infla un globo sin soplar

Si quieres ser el más molón de todos tus amigos, te voy a enseñar un truco con el que les vas a dejar a todos con la boca abierta. Lo aprendí resolviendo un caso, y me lo enseñó un mago que solía actuar los fines de semana en el parque de El Retiro de Madrid.

Consiste en inflar un globo sin soplar. Ni siquiera tendrás que llevártelo a la boca. Para hacer este experimento necesitarás un globo, por supuesto, una botella de cristal pequeña y un congelador.

Todo lo que tienes que hacer es meter la botella vacía en el congelador durante un par horas. Cuando la saques, coloca la boquilla del globo en la boca de la botella y rodea la botella con tus manos. Seguramente esté muy fría, pero aguanta un poco. A los pocos segundos verás que el globo comienza a llenarse de aire como por arte de magia.

Si esto no te funciona, también puedes colocar un cacharro con agua caliente en el que has de introducir la botella. Para esto pide siempre la ayuda de un adulto.

globos

Una moneda que salta sola

Lo que ocurre con la física y la ciencia en general, es que a uno se le quedan los ojos como huevos de paloma cuando descubre que, con cosas sencillas y cotidianas, se pueden conseguir resultados alucinantes.

Por ejemplo, en uno de mis casos tuve que simular que una moneda se movía sola para atrapar a un ladronzuelo fanfarrón que tenía mucho miedo de los fantasmas. ¿Y cómo lo conseguí, os preguntaréis? Pues muy fácil: recurriendo una vez más a la ciencia.

Antes de explicaros por qué se produce este efecto os voy a decir lo que necesitáis para hacer el experimento.

  • Una botella.
  • Una moneda.
  • Un congelador.

Como veis, es muy fácil. Todo lo que tenéis que hacer es meter la botella en el congelador durante media hora aproximadamente, hasta que esté bien fría.

Sacad la botella y mojad la moneda con un poquito de agua. Ahora, colocad la moneda encima de la botella, en la boquilla por donde sale el líquido, y observad cómo empieza a dar pequeños saltos ella sola.

La explicación no tiene ningún misterio. Lo que ocurre es que, al estar congelada, el aire que tiene en su interior es muy frío. Colocando la moneda encima, lo que hacemos es impedir que entre o salga más aire. Cuando pasan unos segundos, si el ambiente de la habitación en la que estamos es más caliente que la botella, el aire que esta contiene empezará a subir de temperatura. Al hacerlo, aumenta también la presión, lo que provoca que la moneda de pequeños saltos.

Monedas

Haz que llueva dentro de casa

Seguro que más de una vez, al subir de la calle con los zapatos mojados, tus padres te han echado una buena bronca porque “lo pones todo perdido”. No te preocupes, a todos nos ha pasado alguna vez. A mí, por ejemplo, me lo dice siempre Elena Latón cuando vuelvo de mis investigaciones y se me olvida limpiarme los pies en el felpudo de la puerta…

Bueno, pues por si esto fuera poco, hoy os voy a enseñar a hacer lluvia dentro de casa. Pero tranquilos, papas, que es un experimento controlado y no hay por qué manchar nada si tenemos cuidado.

Todo lo que necesitáis es un bol transparente (de los de ensalada); un recipiente más pequeño que quepa dentro del bol; un trozo de film de plástico (de ese de envolver los bocadillos); agua; sal; colorante (del que se hecha a la paella); y una piedra pequeña.

Pedidle a un mayor que ponga a hervir un poco de agua, y cuando esté bien caliente, decidle que la eche en el bol grande. Ahora, poned una cucharadita de colorante y otra de sal y removed hasta que todo el agua quede con un tono amarillento.

Ha llegado el momento de meter el recipiente pequeño dentro del grande. Mucho cuidado de no quemaros, eh… Ojo, porque no tiene que flotar, sino estar apoyado en el fondo. Ahora, tapad bien el bol con el film transparente, poniendo atención en que no quede ninguna abertura. Por último, colocad la piedra en el centro del film.

Ya sólo queda esperar un poco y ver como, por efecto de la condensación producida por el agua caliente, el vapor va generando gotas de agua en el plástico que, poco a poco, irán llenando el recipiente pequeño, Y lo mejor de todo es que el agua que quedará en este recipiente será agua limpia, sin gota del colorante. ¿Por qué? Pues porque antes de caer ahí se ha transformado en vapor y luego en agua de nuevo.

Increíble, ¿a que sí?

lluvia

La cuchara que levita

Hoy os traigo otro truco de magia de esos que te dejan completamente desorientado, de esos que hacen que te bailen los ojos en las órbitas. Si no os lo creéis, aquí tenéis un ejemplo de una persona a la que le hice el truco:

cara_1

En esta ocasión haréis que levite una cuchara usando “solamente” una servilleta de tela. Para hacerlo necesitáis:

  • Una cuchara de poste.
  • Un tenedor.
  • Una servilleta.

Coged el tenedor, con mucho cuidado de no pincharos, y sujetad el mango de la cuchara entre los dientes del tenedor. Doblad la servilleta por la mitad e introducid los cubiertos dentro, sujetando el mango del tenedor con dos dedos colocados en una esquina de la servilleta doblada.

Ahora, pedidle a alguien que meta una cuchara de postre en la servilleta. Para ello, sujétala con las dos manos de manera que la parte de los bordes de la servilleta quede hacia arriba, como si fuera un bolso. El truco consiste en hacer subir un poco el tenedor para que sobresalga la cuchara por encima del borde de la servilleta. Para darle mayor “dramatismo” a la escena, decidle a vuestro público que vais a hacer levitar su cuchara con la mente: concentraros mucho y subid poco a poco el tenedor.

Para que lo entendáis mejor, fijaros en estas instrucciones:

Truco_sevilleta_1Truco_sevilleta_2

Haz desaparecer un vaso

Mis casos me ayudan a veces a conocer a gente de todo tipo. En una ocasión tuve que ayudar a un famoso mago, llamado Juan Tamariz, a encontrar un mazo de cartas mágicas que había desaparecido. Al final, resultó que las había hecho desaparecer en una de sus actuaciones y no se acordaba.

Lo que ocurre es que mientras resolvía ese caso aprendí un truco impresionante que consiste en hacer desaparecer un vaso. Esto es lo que yo llamo:

Magia

Y ahora, vayamos al grano.Esto es lo que tienes que hacer para sorprender a tus amigos. Vas a necesitar un vaso de cristal, una moneda y una página de periódico. Envuelce el vaso con la página manteniendo la forma del vaso. Lo que tienes que hacer es anunciar que va a desaparecer la moneda, con la intención de que la gente fije su atención en ella en vez de en el vaso, que es lo que realmente va a desaparecer.

Coloca la moneda sobre una mesa y tápala con el vaso. La primera vez haces como si hubiera fallado el truco porque cuando levantas el vaso cubierto por el periódico, la moneda sigue en la mesa. Aprovecha que la gente está mirando la moneda y riéndose de tu poca habilidad como mago para, disimuladamente, dejar caer el vaso encima de tus piernas. Como tus piernas son blanditas no hará ruido al caer. Tampoco nadie se dará cuenta de que el vaso no está debajo del periódico porque, como lo has apretado mucho, el papel ha cogido la forma del vaso y parece que está ahí.

Ahora, tapa la moneda con el papel y, cuando menos se lo esperen, aplástalo dando un fuerte golpe sobre la mesa con la mano. Tu público alucinará en colores al ver que, donde pensaban que había un duro vaso de cristal, no hay más que un papel arrugado.

Recuerda que tienes que ensayar muchas veces hasta que te salga de modo natural, para que no te pillen el truco. Los magos tenemos un PACTO SECRETO por el que nos comprometemos a no realizar los trucos en público hasta que nos salen bien del todo.

Recuerda también que tienes que desviar la atención. Por ejemplo, cuando tires el vaso a tus piernas no mires hacia abajo. Mira hacia la moneda. El público normalmente va a mirar hacia donde tú dirijas la mirada y así ni se darán cuenta de que ha caído el vaso.

Aquí va un dibujo para que te hagas una idea. De todas formas, en el libro lo tienes más detallado.

Truco moneda